I’m working on a series of videos for the Free the Vaccine for COVID-19 campaign I began with the Center for Artistic Activism and Universities Allied for Essential Medicines. Specifically within our Advocacy Innovation Labs where we’re training volunteers around the globe in how to come up with new strategies and tactics that work in our current context.
I’m not 100% sure where I’m going with these, but I’m able to produce them, alone, in my studio. That means I’ll be able to work on them for the foreseeable future.
Spanish Translation
Translation courtesy Enrique Góngora Padilla
Enseñar el activismo artístico desde el infomercial (o publirreportaje)
Steve Lambert
Codirector del Center for Artistic Activism
http://c4aa.org/
Quiero compartir con ustedes una herramienta muy sencilla que nosotros usamos en los talleres del Center for Artistic Activism. Es una herramienta que me ha ayudado a comprender por qué pueden producirse, o no, los cambios en la manera de actuar de las personas; por qué ellas participan, o no, en una acción o campaña electoral… o incluso en acciones más pequeñas que pudieran mejorar sus vidas y sus comunidades. Como pasa con muchas herramientas geniales, ustedes verán que es algo de sentido común. Cuando yo lo explique, dirán: “por supuesto”. Pero es algo tan sencillo y tan obvio que es fácil de olvidar o pasar por alto.
HISTORIA:
Esto me pasó a mí en mis primeros años de activismo en San Francisco, cuando trabajaba en asuntos de gentrificación y de derechos del inquilinato. Los propietarios del inmueble querían aumentarnos la renta a todos, y cuando reclamamos nuestro derecho al control de la renta, nos enviaron órdenes de desalojo. En San Francisco esto es considerado como una represalia que la ley prohíbe de manera explícita. Y si nos uníamos para luchar juntos, tendríamos más posibilidades de conservar nuestras viviendas.
Yo estaba dispuesto a luchar. Dos años antes, ya había presentado una demanda en las cortes contra el desalojo ilegal del apartamento donde yo vivía. Y gané el caso. Por eso, cuando otros inquilinos dudaron si valía la pena pleitear, o si era mejor mudarse, pensé que no tenía sentido.
Esto es lo que les pasa con mucha frecuencia a las personas activistas: sabemos que otro mundo es posible, un mundo mejor. Tenemos claro qué pasos hay que dar para conseguirlo. Pero cuando las demás personas no dan los pasos para hacer realidad ese mundo, sacamos una cruel conclusión; pensamos que, si la gente no pasa a la acción, es por su apatía (no les importa, les falta educación, no saben, son flojos o apáticos, les falta voluntad para hacer el trabajo).
He visto esto tantas veces… los activistas ofenden a las personas con las que están tratando de conectar, personas que podrían ser sus aliados, personas que ellos están tratando de ayudar.
¿Cómo podemos evitar este problema tan cotidiano? Muy sencillo. Podemos hacer un análisis de los costos y los beneficios. ¡No se vayan! No me refiero al típico análisis de costo y beneficio.
Propongo que lo hagan conmigo desde sus casas. Si están ustedes en un grupo, podría ser útil compartir las ideas con otras personas.
Primero debemos elegir:
- ¿A quién tratamos de ayudar para cambiar?
Quizá sea el director de una universidad, el ministro de salud en su país, o tal vez otras personas como usted, a las que quiere incorporar en su lucha. - ¿Cuál es el nuevo comportamiento que se busca?
Cuando hablamos de comportamientos no nos referimos a concientizar o a ser contemplativos, sino a acciones concretas como: estar de acuerdo con una política, votar, tomar la palabra en una reunión, etcétera. - ¿Cuál es el comportamiento actual?
¿Qué está haciendo (o no haciendo) su público? No manifiestan su acuerdo con la política, viven el día a día y no van a votar, se quedan callados.
Ahora, aprieten la tecla de pausa y escriban a QUIÉN están buscando cambiar en su comportamiento. Y ahora escriban NUEVO COMPORTAMIENTO y COMPORTAMIENTO ACTUAL
Dibujamos un cuadro para visualizar los costos y los beneficios de cada uno de los comportamientos. Algo así…
Vuelvo al ejemplo de mi historia con los habitantes de mi edificio y de cómo los animé a luchar por sus derechos. Este detalle quizá no sea aplicable a cada caso suyo, pero el ejemplo sirve para entender los conceptos.
Empecemos viendo los COSTOS del comportamiento actual, es decir, aceptar la derrota y abandonar la vivienda:
- ¡Ganan los propietarios criminales y codiciosos!
- ¡Tiene que mudarse! ¡una pesada carga!
- Probablemente tenga que pagar una renta más alta
- La injusticia queda normalizada
Esos serían los costos.
Ahora veamos la esquina opuesta. ¿Cuáles son los BENEFICIOS de un cambio de comportamiento, es decir, defenderse de los propietarios.
- ¡Es posible ganar! ¡Derrotar a los propietarios!
- Pueden quedarse en la vivienda y no tendrán que mudarse.
- ¡JUSTICIA!
- Defender el texto de la ley y su propósito.
- Mantener una renta a precio módico.
- Desanimar a otros propietarios a adoptar unas tácticas ilegales.
- Se gane o se pierda, habremos luchado y nos habremos defendido, saliendo más empoderados
Si paramos aquí, la elección es evidente.
¡A luchar contra los propietarios! Esto ya lo sabíamos, ¿para qué hacer esta lista?
Pero la razón por la cual hacemos esta listas es porque no todas las personas adoptan el nuevo comportamiento. Queremos trabajar asumiendo que todas las personas somos inteligentes y razonables. Y queremos saber por qué las persona inteligentes y razonables podría elegir actuar de un modo distinto.
Entonces, nos vamos arriba, en la esquina de la izquierda. ¿Cuáles son los beneficios de no cambiar el comportamiento?, es decir, no luchar contra el desalojo y dejar la vivienda sin más.
- No habrá que luchar. Menos desgaste.
- Batallas legales que consumen nuestro tiempo y energía. Y también nuestro dinero.
- El resultado es seguro, sentimos que controlamos la situación.
- Los propietarios son unos pendejos. Este vivienda no es buena. Quizá encuentre algo mejor.
Aquí quiero hacer un apunte. Quizá hayan notado que algunas de estas razones son percepciones que pueden no ser reales. Por ejemplo, el esfuerzo que implica una mudanza podría ser objetivamente más grande que el de hacer trámites legales. Pero no lo parece. Así que es importante saber que no todos los beneficios y los costos que apuntamos son objetivos; o ni siquiera son racionales del todo, pues algunos son solo percepciones.
Sigamos hasta el cuadrante final, es decir, los costos de un comportamiento nuevo.
- Tiempo, energía y estrés.
- Posibles costos de contratar un abogado.
- Moverse en un sistema legal que posiblemente desconocemos.
- Todo lo anterior, sin saber el tiempo o el dinero necesario, ni las situaciones que tendremos que enfrentar.
- Podría perder. A pesar de todo el esfuerzo invertido, tendrá que mudarse.
Hay más cosas que podríamos añadir aquí — y cuando lo hagan en grupo, podrán conocer nuevas perspectivas. A veces, también se puede entrevistar a las personas para tener una idea más completa de cuáles son sus percepciones.
De todas formas, una vez que tenemos la tabla completa tendremos una visualización de por qué las personas se deciden o no se deciden por algo.
Con esta información podemos hacer X cosas.
1. Aprender de los infomerciales (o publirreportajes)
Estos constituyen ejemplos muy extremos de lo que podemos hacer tras completar este ejercicio.
Los infomerciales empiezan por ilustrar un comportamiento tradicional. Minimizan los beneficios y destacan los costos de mantener ese comportamiento. Lo viejo es costoso. Todo es más difícil, más doloroso y se puede romper. La vida se hace tan dura que hasta el color desaparece. Y nos preguntan: ¿por qué seguimos haciendo las cosas a la vieja usanza?
Y después empiezan a explicarnos que existe una nueva manera de hacerlo. Aquí se destacan los beneficios y se minimizan los costos de su adopción. Cuando compremos este producto, todo será más fácil y más sencillo de hacer. ¡Ah! ¿Y cuánto cuesta? No llega ni a cuarenta pesos.
Además…
Deberíamos aprender de este ejemplo, pero no copiarlo. Es tan exagerado que parece… ridículo. Los ejemplos exagerados son útiles para ilustrar las maneras en que podemos enmarcar la información.
Pero también es importante ser honestos. Por eso, lo que podemos hacer después con esta información es
2. Reconocer los costos
Luchar contra los propietarios ocupa mucho tiempo. Hacer algo nuevo implica unos riesgos y eso incomoda a la gente. Esto es así.
Al reconocer los costos del cambio (los costos reales y los percibidos) demostraremos que somos personas en las que se puede confiar.
Y podemos hacer frente a algunos de estos costos. Esta herramienta también nos ayuda a
3. Identificar las oportunidades de un cambio en las condiciones materiales
Ahora fíjense en su tabla. ¿Existen beneficios que se puede añadir al adoptar el nuevo comportamiento? ¿Apoyos? ¿Hay algo que se pueda hacer para reducir los costos (en esfuerzo, preocupación, finanzas o en logística)?
Y si analizamos el comportamiento tradicional, ¿podemos incrementar los costos o reducir los beneficios? ¿Hay algo que podemos hacer para presentar el cambio de una manera más convincente?
Pero en general, esta herramienta nos permite llegar al
4. Conocimiento
Porque nos permite entender a personas que no son como nosotros, que no tienen las mismas experiencias que las nuestras y no están en nuestro lugar. Al comprender, podemos conectar mejor con las personas y ayudarlas en su cambio. Entonces, esta es una herramienta que nos ayuda a entender por qué las personas se mantienen en sus comportamientos; a conocer las percepciones que tienen sobre dichos comportamientos; y las condiciones materiales que impiden o favorecen acercarse a una opción por el cambio positivo.
Este conocimiento nos ayuda a comunicarnos mejor con las personas, de un modo más afín a ellas, y más comprensible.