Steve Lambert

wrote a book!!!

Yearly Archives: 2020

Free the Vaccine for COVID-19

In mid-March (pre-safer-at-home orders) I started collaborating on a global program to make COVID-19 treatment, testing, and an eventual vaccine sustainably priced, available to all, and free at the point of delivery. I’ve been doing this within the Center for Artistic Activism in collaboration with Universities Allied for Essential Medicines.

You may wonder: will pricing and access to COVID-19 treatments really be an issue in a global pandemic? While the current situation is unprecedented, high drug prices and millions dying globally from a lack of access is business as usual. We have 20+ years of evidence (think; HIV and ARVs, the cost of insulin, the epi-pen, Martin Skreli) that shows governments and pharmaceutical corporations don’t act to ensure access unless there is massive public pressure. And if history wasn’t an indicator, they’ve even said as much. Unfortunately, we see little assurance that with this crisis, things will be any different.

Diagram showing th structure of the Free the Vaccine for COVID-19 campaign

For the sake of us all, effective treatment and a vaccine must be available to and affordable for all. To move toward this goal, we put out a call for volunteers. Over 700 have expressed interest and 300 applied from 29 countries to work on the project every week for 16 weeks. We organized them into smaller Salk Squads (named after Jonas Salk) of 4-10 people, that are grouped into labs according to their region.

Participants meet with their smaller groups and join weekly, global meetings to learn about access to medicines activism and how to create innovative and creative strategies and tactics. They’re also given weekly “missions” to move the campaign forward. In the early weeks this has focused on getting coronavirus researchers receiving public funding to pledge to use more permissive licenses that would make their developments accessible and affordable.

The squads develop tactics, implement, and assess them. These experiments are shared so they can be built upon by others. As we understand what’s successful, those tactics can be deployed by the larger group. We organize and communicate on a private forum, running open-source software.

The project is so far running without a budget. We’re hoping to raise funds that would allow us to reimburse participants for material costs, offer stipends to those helping organize, and do additional four month cycles of the campaign that allow current participants help guide the next wave of volunteers.

You can learn more about the campaign at freethevaccine.org

Teaching artistic activism through infomercials

I’m working on a series of videos for the Free the Vaccine for COVID-19 campaign I began with the Center for Artistic Activism and Universities Allied for Essential Medicines. Specifically within our Advocacy Innovation Labs where we’re training volunteers around the globe in how to come up with new strategies and tactics that work in our current context.

I’m not 100% sure where I’m going with these, but I’m able to produce them, alone, in my studio. That means I’ll be able to work on them for the foreseeable future.


Spanish Translation

Translation courtesy Enrique Góngora Padilla

Enseñar el activismo artístico desde el infomercial (o publirreportaje)

Steve Lambert
Codirector del Center for Artistic Activism
http://c4aa.org/

Quiero compartir con ustedes una herramienta muy sencilla que nosotros usamos en los talleres del Center for Artistic Activism. Es una herramienta que me ha ayudado a comprender por qué pueden producirse, o no, los cambios en la manera de actuar de las personas; por qué ellas participan, o no, en una acción o campaña electoral… o incluso en acciones más pequeñas que pudieran mejorar sus vidas y sus comunidades. Como pasa con muchas herramientas geniales, ustedes verán que es algo de sentido común. Cuando yo lo explique, dirán: “por supuesto”. Pero es algo tan sencillo y tan obvio que es fácil de olvidar o pasar por alto.

HISTORIA:

Esto me pasó a mí en mis primeros años de activismo en San Francisco, cuando trabajaba en asuntos de gentrificación y de derechos del inquilinato. Los propietarios del inmueble querían aumentarnos la renta a todos, y cuando reclamamos nuestro derecho al control de la renta, nos enviaron órdenes de desalojo. En San Francisco esto es considerado como una represalia que la ley prohíbe de manera explícita. Y si nos uníamos para luchar juntos, tendríamos más posibilidades de conservar nuestras viviendas.

Yo estaba dispuesto a luchar. Dos años antes, ya había presentado una demanda en las cortes contra el desalojo ilegal del apartamento donde yo vivía. Y gané el caso. Por eso, cuando otros inquilinos dudaron si valía la pena pleitear, o si era mejor mudarse, pensé que no tenía sentido.

Esto es lo que les pasa con mucha frecuencia a las personas activistas: sabemos que otro mundo es posible, un mundo mejor. Tenemos claro qué pasos hay que dar para conseguirlo. Pero cuando las demás personas no dan los pasos para hacer realidad ese mundo, sacamos una cruel conclusión; pensamos que, si la gente no pasa a la acción, es por su apatía (no les importa, les falta educación, no saben, son flojos o apáticos, les falta voluntad para hacer el trabajo).

He visto esto tantas veces… los activistas ofenden a las personas con las que están tratando de conectar, personas que podrían ser sus aliados, personas que ellos están tratando de ayudar.

¿Cómo podemos evitar este problema tan cotidiano? Muy sencillo. Podemos hacer un análisis de los costos y los beneficios. ¡No se vayan! No me refiero al típico análisis de costo y beneficio.

Propongo que lo hagan conmigo desde sus casas. Si están ustedes en un grupo, podría ser útil compartir las ideas con otras personas.

Primero debemos elegir:

  1. ¿A quién tratamos de ayudar para cambiar?
    Quizá sea el director de una universidad, el ministro de salud en su país, o tal vez otras personas como usted, a las que quiere incorporar en su lucha.
  2. ¿Cuál es el nuevo comportamiento que se busca?
    Cuando hablamos de comportamientos no nos referimos a concientizar o a ser contemplativos, sino a acciones concretas como: estar de acuerdo con una política, votar, tomar la palabra en una reunión, etcétera.
  3. ¿Cuál es el comportamiento actual?

¿Qué está haciendo (o no haciendo) su público? No manifiestan su acuerdo con la política, viven el día a día y no van a votar, se quedan callados.

Ahora, aprieten la tecla de pausa y escriban a QUIÉN están buscando cambiar en su comportamiento. Y ahora escriban NUEVO COMPORTAMIENTO y COMPORTAMIENTO ACTUAL

Dibujamos un cuadro para visualizar los costos y los beneficios de cada uno de los comportamientos. Algo así…

Vuelvo al ejemplo de mi historia con los habitantes de mi edificio y de cómo los animé a luchar por sus derechos. Este detalle quizá no sea aplicable a cada caso suyo, pero el ejemplo sirve para entender los conceptos.

Empecemos viendo los COSTOS del comportamiento actual, es decir, aceptar la derrota y abandonar la vivienda:

  • ¡Ganan los propietarios criminales y codiciosos!
  • ¡Tiene que mudarse! ¡una pesada carga!
  • Probablemente tenga que pagar una renta más alta
  • La injusticia queda normalizada

Esos serían los costos.

Ahora veamos la esquina opuesta. ¿Cuáles son los BENEFICIOS de un cambio de comportamiento, es decir, defenderse de los propietarios.

  • ¡Es posible ganar! ¡Derrotar a los propietarios!
  • Pueden quedarse en la vivienda y no tendrán que mudarse.
  • ¡JUSTICIA!
  • Defender el texto de la ley y su propósito.
  • Mantener una renta a precio módico.
  • Desanimar a otros propietarios a adoptar unas tácticas ilegales.
  • Se gane o se pierda, habremos luchado y nos habremos defendido, saliendo más empoderados

Si paramos aquí, la elección es evidente.

¡A luchar contra los propietarios! Esto ya lo sabíamos, ¿para qué hacer esta lista?

Pero la razón por la cual hacemos esta listas es porque no todas las personas adoptan el nuevo comportamiento. Queremos trabajar asumiendo que todas las personas somos inteligentes y razonables. Y queremos saber por qué las persona inteligentes y razonables podría elegir actuar de un modo distinto.

Entonces, nos vamos arriba, en la esquina de la izquierda. ¿Cuáles son los beneficios de no cambiar el comportamiento?, es decir, no luchar contra el desalojo y dejar la vivienda sin más.

  • No habrá que luchar. Menos desgaste.
  • Batallas legales que consumen nuestro tiempo y energía. Y también nuestro dinero.
  • El resultado es seguro, sentimos que controlamos la situación.
  • Los propietarios son unos pendejos. Este vivienda no es buena. Quizá encuentre algo mejor.

Aquí quiero hacer un apunte. Quizá hayan notado que algunas de estas razones son percepciones que pueden no ser reales. Por ejemplo, el esfuerzo que implica una mudanza podría ser objetivamente más grande que el de hacer trámites legales. Pero no lo parece. Así que es importante saber que no todos los beneficios y los costos que apuntamos son objetivos; o ni siquiera son racionales del todo, pues algunos son solo percepciones.

Sigamos hasta el cuadrante final, es decir, los costos de un comportamiento nuevo.

  • Tiempo, energía y estrés.
  • Posibles costos de contratar un abogado.
  • Moverse en un sistema legal que posiblemente desconocemos.
  • Todo lo anterior, sin saber el tiempo o el dinero necesario, ni las situaciones que tendremos que enfrentar.
  • Podría perder. A pesar de todo el esfuerzo invertido, tendrá que mudarse.

Hay más cosas que podríamos añadir aquí — y cuando lo hagan en grupo, podrán conocer nuevas perspectivas. A veces, también se puede entrevistar a las personas para tener una idea más completa de cuáles son sus percepciones.

De todas formas, una vez que tenemos la tabla completa tendremos una visualización de por qué las personas se deciden o no se deciden por algo.

Con esta información podemos hacer X cosas.

1. Aprender de los infomerciales (o publirreportajes)

Estos constituyen ejemplos muy extremos de lo que podemos hacer tras completar este ejercicio.

Los infomerciales empiezan por ilustrar un comportamiento tradicional. Minimizan los beneficios y destacan los costos de mantener ese comportamiento. Lo viejo es costoso. Todo es más difícil, más doloroso y se puede romper. La vida se hace tan dura que hasta el color desaparece. Y nos preguntan: ¿por qué seguimos haciendo las cosas a la vieja usanza?

Y después empiezan a explicarnos que existe una nueva manera de hacerlo. Aquí se destacan los beneficios y se minimizan los costos de su adopción. Cuando compremos este producto, todo será más fácil y más sencillo de hacer. ¡Ah! ¿Y cuánto cuesta? No llega ni a cuarenta pesos.

Además…

Deberíamos aprender de este ejemplo, pero no copiarlo. Es tan exagerado que parece… ridículo. Los ejemplos exagerados son útiles para ilustrar las maneras en que podemos enmarcar la información.

Pero también es importante ser honestos. Por eso, lo que podemos hacer después con esta información es

2. Reconocer los costos

Luchar contra los propietarios ocupa mucho tiempo. Hacer algo nuevo implica unos riesgos y eso incomoda a la gente. Esto es así.

Al reconocer los costos del cambio (los costos reales y los percibidos) demostraremos que somos personas en las que se puede confiar.

Y podemos hacer frente a algunos de estos costos. Esta herramienta también nos ayuda a

3. Identificar las oportunidades de un cambio en las condiciones materiales

Ahora fíjense en su tabla. ¿Existen beneficios que se puede añadir al adoptar el nuevo comportamiento? ¿Apoyos? ¿Hay algo que se pueda hacer para reducir los costos (en esfuerzo, preocupación, finanzas o en logística)?

Y si analizamos el comportamiento tradicional, ¿podemos incrementar los costos o reducir los beneficios? ¿Hay algo que podemos hacer para presentar el cambio de una manera más convincente?

Pero en general, esta herramienta nos permite llegar al

4. Conocimiento

Porque nos permite entender a personas que no son como nosotros, que no tienen las mismas experiencias que las nuestras y no están en nuestro lugar. Al comprender, podemos conectar mejor con las personas y ayudarlas en su cambio. Entonces, esta es una herramienta que nos ayuda a entender por qué las personas se mantienen en sus comportamientos; a conocer las percepciones que tienen sobre dichos comportamientos; y las condiciones materiales que impiden o favorecen acercarse a una opción por el cambio positivo.

Este conocimiento nos ayuda a comunicarnos mejor con las personas, de un modo más afín a ellas, y más comprensible.

Pi-Hole: a network wide ad-blocker

Pi Hole is an ad-blocker for every device on your personal network. Meaning, once you set it up on your router, it severely cuts down on the ads on your phone or other devices, even within applications. It blocks over 100,000 ad-serving domains, and because it works at the network level it “allows you to block ads in non-traditional places such as mobile apps and smart TVs, regardless of hardware or OS.”

For example, let’s say I subscribe to a newspaper and use their app to read it on my iPad. And, even though I pay for a subscription, every article I read has ads on every screen. So, let’s say, as I’m scrolling through an article: every three paragraphs has the same ad that I saw three paragraphs ago. And three paragraphs later the same ad is there again. And I don’t want what is being sold. I didn’t three paragraphs ago, or six paragraphs ago, or nine paragraphs ago. And I never will. I just want to read an article that I paid for with my subscription without these interruptions. Let’s just say that was the case, you know, for the sake of this example.

Here’s what those newspaper articles would look like:


Before Pi-Hole

After Pi-Hole

Pi-Hole means you don’t see those ads while you’re connected at home. I’ve used it for over two years and it’s been wonderful. I see less clickbait. I have less concern about malicious trackers or spying smart devices. Reading and browsing are more pleasurable. And my network speeds are a touch faster.

The software is free and runs on any Raspberry Pi, even a really old one or the $5 Pi Zero.

It has a well made web interface for configuring and viewing stats on how many ad requests have been blocked. I still use an adblocker on my browsers to block certain trackers, some ads within youtube videos, and while I’m on the road, but since installing I’ve noticed roughly 10% of my the internet requests at my house have been blocked because they were ads or trackers and higher numbers are typical.

Is it hard to set up? That’s relative to your experience level, but I will say it was the easiest Raspberry Pi project I have ever done. There’s a huge community on reddit, posting how-tos, and a few youtube videos. There may be a learning curve depending on your experience, but it’s worth learning. Once you’ve installed it on an SD card, and configured it for you network, it basically just works and you get a better web experience.

Note: Some people feel a moral obligation to not-block web ads as a way of “supporting the content” and/or consider ad-blockers a form of theft. I imagine they also don’t go to the bathroom during tv commercials or change the station on the radio when an ad starts out of a similar sense of moral obligation. But if you feel that way: that’s fine, this is not for you.

Pi-hole.net

Chapter in DESIGN (&) ACTIVISM

Stephen Duncombe and I have a chapter in the new book DESIGN (&) ACTIVISM, the first title in the book series Design Meanings (Mimesis Edizioni).

This is a book about how the worlds of design and activism (could) inspire each other. The book focuses on theories and practices related to the role of Design in terms of addressing, provoking and creating political discourse. Starting from traditional forms of protest, visual languages of resistance, to new forms of digital participation, this will help us to better understand the rituals, structures and meanings of design activism in history and the present, clarifying that design is intrinsically social and supremely political. And it shall help us to derive arguments and examples for the transformative potential of future design (and) activism.

The volume contains contributions by Alastair Fuad-Luke, Guy Julier, Ann Thorpe, Chantal Mouffe, Gui Bonsiepe, Thomas Markussen, Gavin Grindon, Michael Erlhoff, Anna Feigenbaum, Cathy Gale, Barbara Hoidn, Stephen Duncombe, Steve Lambert, Harald Gruendl, Fernando Luiz Lara, Tom Bieling, Pierre Smolarski, Marcel René Marburger, Maziar Rezai or Mikala Hyldig Dal.

Tom Bieling (Ed.): DESIGN (&) ACTIVISM –
Perspectives on Design as Activism and Activism as Design
Mimesis International; ISBN 978-8869772412
254 Pages, English
ISBN: 9788869772412

Further Info via the International Research Network on Design (and) Activism at www.design-activism.org

via Tom Bieling

Frank Gathering 2020

I’ll be speaking at the Frank Gathering, February 4-7 in Gainsville Florida.

I used the art department at my graduate school as a foot in the door for the rest of the University. I took advantage of being able to take classes in any department, so I studied things like Public Health Communication, Sociology, and Mass Behavior. This answered big questions I had about how art worked within society and opened up new areas of knowledge I didn’t know existed. It also confused most of the art faculty. Anyway, it’s an honor to be invited by the University of Florida Center for Public Interest Communications to speak at this event – very validating from a field where I’ve long felt like an outside admirer.

Other invitees this year include Center for Artistic Activism alumnus Debbie Almontaser, my co-director at the Center for Artistic Activism, Rebecca Bray, and comedian and creator of the Daily Show, Lizz Winstead.

frank is more than just a gathering. It is an essential community for movement builders and change makers – the people who use communications to drive positive social, institutional and behavioral change. A part of the University of Florida Center for Public Interest Communications, frank gathering informs and drives the field of public interest communications through research, insights and news.

Now in its seventh year, frank is bringing changemakers together from across the earth. Our community is made up of strategists, researchers, artists, journalists, students, activists and more. From corporate advocacy to the research lab, to the grassroots on the street activist, the frank community believes in using evidence-based strategies to drive social change. If you see yourself in our mission, then we welcome you into our community.

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